Diariamente, en los centros escolares se pueden observar situaciones conflictivas de mayor o menor grado dependiendo de la edad. Puesto que nos estamos refiriendo en la etapa de infantil, los conflictos que aquí se producen no son tan graves.
Resulta necesario dejar constancia de qué entendemos por convivencia escolar. Pues bien, dicho término hace referencia a la acción de vivir, y convivir significa "vivir con", "vivir en compañía de otro u otros". Por tanto, entendemos la convivencia como el hecho de vivir y de interactuar con las personas. Cuando se habla de convivencia escolar, se hace referencia a las relaciones interpersonales que se establecen en el contexto escolar entre los mismos que conforman la comunidad educativa. El aula, es el lugar donde se lleva a cabo el proceso de enseñanza- aprendizaje, pero también es escenario básico de convivencia y relación entre los alumnos, de manera que dicha relación provocará que se consigan o no los objetivos educativos previstos y el bienestar de cada uno.
Ahora bien, como futuros docentes hay que saber hacer frente al conflicto e inculcar una serie de buenas prácticas a los alumnos desde edades tempranas para evitar en un futuro comportamientos extremos.
En relación con la institución escolar, se deben crear una serie de normas que regulen la convivencia en el aula. Estas deben ser conocidas por el alumnado.
En relación con el contexto del aula, el profesorado debe tener claro que el aula es un lugar de relación y encuentro. Por ello, se debe potenciar los sentimientos de refuerzo positivo evitando comportamientos tales como: insultar a los compañeros, atribuirle motes, entre otros. Para ello, es vital el diálogo y unas pautas claras de comportamiento.
En relación con el profesorado, suele hacer uso del castigo como única herramienta para mantener el control en el aula pero hay que dejar constancia de que el uso de distintas estrategias para la resolución de conflictos es fundamental.
En relación con el alumnado, éste percibe la realidad de forma particular. Por ello, la acción educativa debe encargarse de la regulación de este tipo de percepciones.
Definimos el término mediación como el proceso para la resolución de conflictos en el que las partes enfrentadas recurren a una persona externa al conflicto. Esta persona recibe el nombre de mediador y ayuda a las personas implicadas a buscar posibles soluciones para el problema que plantean. Un ejemplo claro de mediador, en este caso, es el propio docente.
Para mejorar la resolución de conflictos hay que trabajar una serie de habilidades y proponemos las siguientes:
- La autonomía personal: cada niño tiene que actuar teniendo en cuenta lo que es mejor. Por eso, hay que ayudar a los alumnos a desarrollar sus valores morales o sociales para que crezcan en el ámbito moral a través de actividades. Cuando ocurra un conflicto, debemos hacer partícipe a los alumnos en la búsqueda de soluciones.
- Capacidad de encontrar respuestas efectivas: es esencial encontrar distintas alternativas para la resolución de conflictos.
- Cuidar la autoestima: es importante reconocer las emociones propias y la de los demás.
- Comunicación emocional: hay que aprender a hablar de lo que se siente y de lo que ocurre sin culpar de ello a los demás. Por eso, el diálogo juega un papel fundamental. Se debe aprender a escuchar para entender lo que la otra persona quiere transmitir.
En Educación Infantil son frecuentes los enfrentamientos en la zona del patio cuando un alumno está en desacuerdo con uno o más compañeros y no son capaces de encontrarle una solución a la problemática que se les presenta. Por ello, la docente tiene la obligación de tratar normas de convivencia.
Opinión personal
En el aula en el que me encuentro, en la pared tienen colgado un cartel sobre lo que es adecuado hacer en el patio y sobre lo que no. Cada vez que hay algún conflicto, acudimos a éste y recodamos su contenido para que los niños sean conscientes de la situación y los sentimientos que puede provocar en el compañero. Cuando la docente lo ve oportuno, al regreso del tiempo de recreo, realizamos "asambleas extraordinarias" para tratar cualquier problema que haya tenido lugar. De esta manera, se potencia el diálogo, una forma esencial de solucionar cualquier conflicto. Es cierto que, la docente hace bastante hincapié en hablar al educando en un tono moderado, sin alzar la voz pues de esta forma los alumnos se van acostumbrando a hablar en un tono bajo sin necesidad de gritar, pidiendo las cosas por favor y dando las gracias. Por tanto, veo imprescindible inculcar aquellas acciones qué están bien y hacerles ver aquellas qué están mal desde temprana edad y que sean capaces de buscarles solución a las problemáticas que se les presentes en el día a día.
Imágenes realizadas en el Centro Educativo
Bibliografía:
Aguirre. A; Ignasi Almirall J.; Alzate. R.; Boqué M.Carme; Cárdenas. J.J: Carpena. A.; Castellano, E; Checa. P; Cuellar. C; Cuellar. R. J; Equipo de convivencia del ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona; Equipo de maestros de educación infantil de la escuela Bori i Fontestà; Gorbeña. L; Grau. A; López, F. ; Merino. C; Murciano. D; Notó. C; Romero. C; Sevilla. Mª j.; Vinyamata. E. (2005). La mediación escolar. Una estrategia para abordar el conflicto (pp. 9-54).Barcelona: Editorial GRAO