¡Buenos tardes compis! Esta semana hemos celebrado la III semana cultural de los abuelos. Desde hace tres años, el centro educativo celebra esta semana con el fin de otorgarle la importancia que tienen a los abuelos e inculcarlos en el aprendizaje de sus nietos. Toda la semana ha estado cubierta
por abuelos que han pasado por las clases para contar un cuento a las aulas de sus nietos. Esta dinámica ha abarcado todo el ciclo de Educación Infantil. Todos los cuentos que se iban contando, se colocaban en nuestro "Gran libro" de la semana de los abuelos para que las familias pudiesen ver que historias se habían contado cada día.

El lunes, tuvimos la visita de la abuela de un alumno que vino a contarnos la historia de "El gigante egoísta". Para hacer mas extensa la dinámica, la docente fue haciendo preguntas relacionadas con el cuento. Al finalizar, la abuela repartió una piruleta a cada niño.
El martes, vino el abuelo de un alumno a relatar un cuento de su propia cosecha. Este abuelo nos impresionó con el cuento que se había inventado titulado "El payaso triste". Al terminar el cuento, cada niño levantó la mano para realizar preguntas, o bien, contestar a las preguntas que el abuelo iba formulando. Este abuelo tan especial, le dio una clase llena de valores a los alumnos, haciéndoles ver que hay muchísima pobreza en el mundo y aunque veamos a los pequeños africanos en televisión sin apenas recursos, ellos no están tristes, siempre mantienen la sonrisa en la boca. Por ello, debemos conformarnos con lo que tenemos.
El miércoles asistieron tanto el abuelo como la abuela de una alumna. Les contaron las fábula de "El León y el Ratón". Justamente, la semana anterior contamos la misma historia en nuestro proyecto de "El león y la leona". Puesto que se hizo muy corta, animamos a los abuelos a que contasen otra y la elegimos por votación. Fue la fábula de " Los monos y el guepardo".
Para dinamizar más el momento, a la docente se le ocurrió interpretar esta fábula con los alumnos de la clase. Cuatro niños interpretaron a los monos y un alumno al guepardo. De este modo, escenificaron la historia de forma divertida.
Al finalizar, repartieron caramelos para todos.
El jueves, la abuela de un alumno, relató la historia de "El ratoncito Pérez". Los alumnos estuvieron muy atentos pese a ser una historia conocida. Cada niño fue diciendo cuántos dientes se les había caído y lo que el ratoncito les había dejado al llevarse los dientes. Al finalizar, la abuela nos puso la canción del magnífico ratoncito pérez.

Después del recreo, dimos la bienvenida a la primavera con una dinámica en la que nos reunimos todas las clases de Educación Infantil en el patio. Cada clase coloreó una flor y tras decir el poema,
íbamos colgando las flores en las cuerdas.
Mi clase de 5 años se aprendieron el siguiente poema:

Pra, pre, pri, la primavera, la primavera.
Pra, pre, pri, la primavera ya está aquí.
Pra, pre, pri, salen las flores, vuelan los pájaros.
Pra, pre, pri, hay mariposas en el jardín.
Al finalizar el día, les repartimos al alumnado las flores que comenzamos a hacer la semana pasada. El resultado fue espectacular y los pasos a seguir son los siguientes:
- Una huevera de cartón.
- Se pinta la huevera y se deja secar.
- Se hace un agujero en en el centro de la huevera para insertar el palo.
- Una vez que se ha insertado el palo, se echa cola por dentro y se hace una bola de plastilina y se inserta.
- Se pega la hoja con el nombre de cada niño en el palo y pegamos plastilina en el tallo y ¡ya tenemos flor!

El viernes acogimos a la última abuela de esta semana. Esta abuelita nos contó la historia de "El chocolate que no tenía color ni sabor". Le dimos las gracias por acudir y contarnos un cuento que desconocíamos y nos gustó tanto. Como en las anteriores ocasiones, el alumnado iba contestando a las preguntas que la docente iba realizando.
Tras cada intervención, le entregábamos a cada abuelo o abuela un librito con los dibujos de cada niño en relación al cuento que habían escuchado y una flor.
Esta semana alteró la rutina que solemos llevar en el aula pero mereció la pena porque los niños disfrutaron muchísimo al ser los abuelos quiénes vinieran a contarles cuentos y a realizar actividades diferentes, que a veces, se hacen necesarias.
Imágenes realizadas en el centro educativo
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