El mundo en sí está repleto de incertidumbres que nos atormenta a los que vivimos en éste. El miedo es un gran fenómeno psicológico que se da tanto en niños como en adultos y que lo asocian a una reacción emocional ante situaciones peligrosas o posiblemente peligrosas. No negamos de que dicho sentimiento sea desagradable pero cabe decir que varía según la edad, la cultura y el lenguaje.
A los tres años, el niño puede sentir miedo ante los siguientes estímulos:dormir solos, al abandono, a la oscuridad, a caerse, a gestos extraños o personas desconocidas, a animales altamente peligrosos, etc,
A los cuatro años, perdura el miedo a los animales y a las brujas a los fantasmas y monstruos y se incian en el miedo a lugares como cuevas, cementerios, música de suspense entre otros.
A los cinco años, suelen tener miedo al rechazo, a la discriminación por los compañeros, a hacer el ridículo, as llevar una ropa distinta, a las situaciones de cambio, etc. A partir de esta edad y de los seis años, comienza a ser visible el miedo a la muerte, cuyo tema es reforzado por el entorno cultural (creencias, medios de comunicación, tradiciones, etc.).
Un niño es capaz de entender qué es la muerte cuando intervienen de forma favorable los siguientes factores:
- La actitud de la familia hacia la muerte y la capacidad de hablar de ella de una forma abierta y el modo en cómo la sociedad y la familia presentan o evaden la muerte al niño.
- Las características psicológicas del propio sujeto . Su manera de expresar sus sentimientos, dudas y cuestiones condicionada al entorno donde se desenvuelve el mismo, sus experiencias ante este tema, etc.Las experiencias y vivencias que se crean en estas edades son básicas para su vida.
Tras la muerte de una persona allegada tanto para los niños como para adolescentes supone un sentimiento bastante doloroso. Por ello, los adultos intentan proteger sobre todo a los niños recurriendo al secreto y a otras actuaciones improvisadas. Este hecho puede acarrear que se bloquee el proceso de elaboración de duelo en el niño asociándolo a la negación. Una herramienta eficaz ante el duelo es la escucha y el diálogo con el fin de poder ayudar al niño a asimilar la pérdida del ser querido. También supone una oportunidad de madurez de cualquier persona.
En situaciones de muerte tanto esperadas como inesperadas, suelen aparecer una serie de fases en los niño de edad entre 3 y 6 años:
- FASE DE IGNORANCIA
- Nivel I: el niño no sabe nada del fallecimiento.
- Nivel II : el niño echa en falta a la persona fallecida.
- Nivel III: el niño siente que la persona no está cerca.
- FASE DE ABANDONO
- Nivel I: el niño cree que la persona se ha ido.
- Nivel II: se siente no querido y posiblemente culpable por la ausencia de la persona fallecida.
- Nivel III: como el tiempo pasa, piensa que le ha abandonado.
- Nivel IV: como la persona no aparece, el niño siente odio y rechazo ya que se siente abandonado.
- Nivel V: el niño relaciona la ausencia con que la persona no lo quiere y, si lo quisiese, si vendría.
- FASE DE DESESPERANZA
- Nivel I: el niño piensa que la ausencia no es permanente.
- Nivel II: como la persona no aparece, el niño la sustituye con objetos u otras personas.
- Nivel III: el niño piensa que no puede hacer nada por cambiar la situación.
-FASE DE ACEPTACIÓN
- Nivel I: el niño piensa que tiene a la persona y que algún día volverá.
- Nivel II: el niño piensa que la tiene pero que no volverá más.
- Nivel III: el niño cree que la tiene pero que no volverá porque ha fallecido.
- FASE DE POSITIVACIÓN
- Nivel I: el niño acepta de forma objetiva la ausencia de la persona fallecida.
- Nivel II: el niño transforma su soledad en madurez.
- Nivel III: el niño se hace consciente de su capacidad para superar calamidades.
Para tratar este tema con los más pequeños, os recomiendo un cuento titulado Siempre contigo de la autora Asun Egurza Hernández. Relata la historia de un niño que es consciente de que la vida de su abuelo se va apagando pero éste le hace entender que la muerte no es tristeza, sino alegría y que siempre estará presente en su día a día.
Como hemos expuesto anteriormente, dependiendo de la cutlura de cada individuo, enfrentan de un modo diferente el tema de la muerte. Pero, aprovechando que hablamos de interculturalidad, personas provenientes de otros países con culturas y formas de vivir diferentes, ¿Cómo se abarca el tema de la diversidad cultural en las aulas?
Ante la incorporación de alumnos inmigrantes en los centros educativos, el Sistema Educativo, se ha visto en la necesidad de crear diferentes medidas de respuesta para facilitar la integración y prevenir el fracaso escolar de los mismos. Una de dichas medidas ha sido establecer aulas destinadas a alumnos extranjeros que presentan un desconocimiento de la lengua o bien un desfase curricular. Dichas aulas se han ido estableciendo en las diferentes comunidades autónomas con el fin de integrar de la mejor manera posible a este tipo de alumnado que llegar por primera vez al centro con desconocimientos lingüísticos referentes a nuestro idioma.
Las primera aulas comenzaron a ponerse en marcha en el año 2003. Los objetivos previstos de estas aulas son los siguientes:
- posibilitar la atención específica al alumnado extranjero con desconocimiento de lengua española o con carencias en conocimientos básicos.
- Apoyar la adquisición de competencias lingüísticas y comunicativas a partir de las adaptaciones curriculares.
- Acortar y facilitar el período de adaptación del alumnado extranjero.
Cierto es, que dichas aulas están reservadas para el alumnado de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria.
En Educación Infantil, se puede trabajar la diversidad cultural mediante cuentos que contengan valores como el respeto, la igualdad, entre otros. Con esta edad, los niños suelen acoger a todo tipo de compañeros y se suelen trabajar aspectos de otras culturas como los saludos en diferentes idiomas, tradiciones típicas,etc.
Para tratar la diversidad cultural, recomiendo la película titulada "Azur y Asmar", que relata la vida de dos hermanos, uno de ellos árabe y otro de origen español.

Opinión personal
En mi clase, tratamos la diversidad cultural como algo cotidiano ya que el centro cuenta con una gran diversidad dentro de sus aulas. Los alumnos no rechazan a sus compañeros por ser de otra culturas, sino todo lo contrario, les gusta saber y aprender cosas nuevas e indagar en la diversidad que tan normalizada a día de hoy debería estar.
Durante mi experiencia en las prácticas, he presenciado diversas muertes de familiares cercanos al alumnado. Con toda naturalidad, se ha hablado de la muerte en asamblea y se le ha explicado que es un proceso natural por el que pasamos todos los seres humanos y aunque la persona fallecida no esté presente en nuestra vida de forma física, siempre lo va a estar en la mente y en el corazón. Se ha abarcado este tema con naturalidad y sin tristeza con el fin de hacerles entender que no tiene que ser algo triste pues es algo que pasa habitualmente y debemos quedarnos con los buenos momentos vividos junto a dicha persona.
Bibliografía:
De la Herrán Gascón, A.; Cortina Selva, M. (2006). La muerte y su didáctica. Manual para Educación Infantil, Primaria y Secundaria. (p.p 23-50). Madrid: editorial UNIVERSITARIA S.A.
García Fernández, J.A; Moreno Herrero, I. (2014) Escuela, diversidad cultural e inclusión.(pp.105-109). Madrid:editorial CATARATA.
Webgrafía:
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